Hierba anual o perenne/perennizante, de la familia de las Cruciferae.
El nombre del género está dedicado a Cristian C. Lorenz Hirschfeld (n. 1792), lo que resulta un tanto curioso porque fue un teórico (muy influyente en el desarrollo del Romanticismo alemán) del paisajismo y de la jardinería «emocional», poco o nada relacionada con estas plantas. El epíteto viene del latín (yo) incanesco: me hago canoso, me salen canas.
Planta alta entre 10 y 100 (140), tallos muy ramificados especialmente en la parte superior que suele estar cubierta de pelos simples reflejos.
Hojas basales lirado-pinnatisectas, los segmentos laterales triangular- subredondos, rara vez agudos, el segmento final ovado y dentado-serrulado. Las superiores progresivamente más pequeñas con menos segmentos, de forma de lanceolada a lineal, con dientes desiguales. Inflorescencia en racimos que se alargan en la fructificación, pétalos 4 enteros, en cruz amarillos.
Fruto en silicua cilíndrica dehiscente 8-17 x 1-1,5mm, erecta o adpresa, nervo mediano prominente. Rostro largo a veces tanto como las valvas, pedicelos erectos, aprox 4mm, que se ensanchan en el ápice igualando casi el tamaño del fruto.
Puede confundirse con la Brassica nigra , pero se diferencia en que ésta tiene los tallos menos ramificados, surcados, angulosos y fistulosos, las hojas pecioladas, las flores también en racimos pero menos anchos. Las silicuas también son distintas, de sección tetragonal y más largas que en la rabaniza, con rostro corto.
Muy común en el Sureste de Madrid y La Sagra. Ruderal, de caminos, campos de cultivo en uso o abandonados, baldíos etc tanto secos como húmedos.. Desde el mar hasta los 2200m. Muy común en la Península y toda la cuenca mediterránea hasta Persia. Introducida en muchas otras partes del mundo. Florece en primavera y como buena planta oportunista lo puede hacer en fechas muy distintas según venga desarrollándose la temporada.
Imágenes de H. incana
Imágenes de H. incana