Planta vivaz hemicriptófita de la familia de las compuestas, cuyo nombre deriva del latín bellus, bello; el epíteto puede significar su carácter de planta perenne o la persistencia de su floración, que dura prácticamente todo el año.
Estolonífera. Hojas basales obovadas-espatuladas de margen de entero a crenado-serradas (especialmente de jóvenes), de nervio marcado y un peciolo que puede ser tan alargado como la lámina. Pedúnculo de la flor de hasta 15 cm. Flores solitarias en capítulo con de 1,5 a 3 cm de diámetro y dos filas de lígulas muy parecidas de color blanco teñidas a menudo de púrpura. Solo las flores externas (femeninas) son liguladas, las internas son amarillas, tubulares. Las externas se abren con la luz del sol y se cierran por la noche, o permanecen cerradas en días nublados: posiblemente este es el origen de su nombre en inglés, daisy: de day´s eye, el ojo que se abre a primera hora del día.
De prados, herbazales frescos o juncales. Distribuida por toda la Península y por toda la franja circumboreal del hemisferio Norte, en la su zona intermedia entre fresca y templada. Su dispersión se ha visto favorecida por su cultivo como ornamental y por su roseta basal, muy plana y tenaz, a prueba de diente y de siega.
Imágenes de B. perennis

Gózquez de Abajo (M) Darío Meliá
Cuatro Vientos (M) Darío Meliá

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