Árbol pequeño, a veces de porte arbustivo, de la familia de las Rosaceae .
El nombre del género deriva de su nombre común en latín y antes en griego: se lo tenía por árbol originario de la ciudad de Kydon en Creta. El epíteto alude a la forma del fruto, oblongo, piriforme, a menudo con varias «jorobas».
Tronco más o meno erecto, sinuoso, escamoso, de ramas tomentosas amarillento-grisáceas cuando jóvenes, luego glabras. Hojas alternas, simples, ovaladas a elípticas, verde oscuro por el haz, envés gris densamente tomentoso. Tanto el tamaño de las hojas como el de las flores como el de sus frutos es muy superior al de todas las demás rosáceas, con lo que es inconfundible.
Cultivado desde antiguo en todo el Mediterráneo, seguramente originario de Asia central, del Cáucaso y del N de Irán donde todavía se encuentra en estado silvestre, se ha asilvestrado en varios puntos de la Península de clima suave. Su interés radica en sus frutos y en menor medida en su porte denso y su resistencia a la poda, lo que hace de él un arbusto muy apto para setos donde el hecho de ser inerme se considere una ventaja y no un inconveniente.
Florece entre marzo y mayo (julio) y sube hasta los 1300m.