Endemismo del centro-este peninsular. Hemicriptófito de hasta 60 cm, de la familia Labiatae.
El nombre del género ya se usaba en época romana y seguramente viene de mucho antes: del verbo latino salvo, (yo) cuido, yo salvo, a su vez relacionado con el sánscrito sárvas, mantengo íntegro, sano: por sus propiedades medicinales conocidas desde la antigüedad (muchas veces exageradas pero con eficacia demostrada en algunas aplicaciones). El epíteto significa «parecida a un Phlomis», Phlomis herba-venti .
Tallos generalmente simples, erectos, tomentosos en la parte inferior, glandulosos; en la parte superior con glándulas sésiles. Hojas simples, densamente tomentosas, con limbo de hasta 14 x 2,8 cm, con haz verde y envés blanquecino; las superiores sésiles, las inferiores con el pecíolo más corto que el limbo. inflorescencia simple o poco ramificada, de hasta 28 cm, con verticilastros de 5-8 flores. Brácteas persistentes, glandulosas. Pedicelos erecto-patentes. Cáliz de hasta 19 mm, bilabiado, verde, a veces rojizo en los nervios y extremo de los dientes, glanduloso. Corola blanca, de hasta 32 mm.
Se cría en suelos margosos o calizos. Pastizales secos y claros de matorral.
Imágenes de S. phlomoides