Arbusto de la familia de las cistáceas.
Arbusto que puede superar los 2 m., no pegajoso, tallos erectos de los que la corteza se desprende a tiras. Hojas opuestas con pecíolo largo y ensanchado en la base, oval-lanceoladas , de margen ondulado, haz obscuro con retículo poco aparente; envés con tomento blanquecino, caedizo. Inflorescencia principal cimosa o umbeliforme, con 1-9 flores, la laterales a veces de una sola flor con pétalos blancos con base amarilla, sin mancha; 3 sépalos. Estambres numerosos, desiguales. Cápsulas con tomento denso, deshicente en 5 valvas, a veces 4.
Vive en suelos silíceos y calizos descalcificados, en laderas y suelos pedregosos, formado parte de matorrales en el subpiso de encinares y pinares y en lugares sometidos a pastoreo. Muy escasa en el sur y sureste madrileño, plantada en cunetas, a veces escapa del cultivo.
Cultivo:
Los frutos se recogen a finales de verano/otoño y se pondrán al sol si no están abiertos. Las semillas se separan mediante cribados o aventados; éstas se pueden almacenar en bolsa porosa a 4ºC.
La siembra se efectúa en primavera, se puede hacer un escaldado a 100ºC, dejando en agua 24 h. para favorecer la germinación.
Se ha de proceder al repicado en cuanto tengan hojas verdaderas.
Las plántulas deben protegerse de las heladas extremas.
Imágenes de C. laurifolius