Hierba perenne. Hemicriptófito de rizoma tuberoso de la familia Ranunculaceae.
El nombre del género, de origen clásico, está relacionado con el griego ánemos, el viento, posiblemente por la facilidad con que éste dispersa sus sépalos; palmata, por la disposición de las brácteas que quedan al descubierto al caer los sépalos.
Hojas en roseta, de limbo suborbicular-reniforme y entre 3 y 5 lóbulos de escasa profundidad con dientes irregulares. Tallo de 10 a 60 cm, con grandes brácteas concrescentes, sésiles y de lóbulos estrechos. Flor solitaria y terminal, a veces acompañada de una segunda flor lateral de desarrollo tardío. Con 8-15 sépalos amarillos, a modo de pétalos, a veces blanquecinos, oblongos, piloso seríceos en su dorso. Anteras amarillas. Frutos en aquenio, agrupados en un poliaquenio ovoide y lanifero. Aquenios con estilo recto que sobresale de la maraña lanosa.
Se cría en suelos arcillosos o arenosos sin calcio, en pastos sobre vaguadas húmedas, matorrales o bajo la copa de encinas, alcornoques y quejigos. Se distribuye fundamentalmente por las dehesas y bosques mediterráneos de la zona centro y sudoeste de la península, en la España ácida, pero en el sureste de Madrid aparece puntualmente en entornos calizos o yesíferos en enclaves especiales, por ejemplo en arcillas rojas decalcificadas o, en las poblaciones que hemos localizado en Rivas-Vaciamadrid, en pequeños enclaves sobre cerros calizos o yesíferos donde aparecen acúmulos de arcillas rojizas formadas por la meteorización de estratos de sílex, compartiendo el espacio con otras especies tuberosas y bulbosas como Tulipa australis. Otra localidad de la especie es el municipio de Aranjuez.
Murcia: Taxon de interés especial (IE)
Imágenes de A. palmata