Planta herbácea, anual, terófito de la familia Asteraceae (compuestas).
Descripción: De tamaño medio, lampiña, inerme, con látex blanquecino. Raíz axonomorfa, delgada y vertical. Tallos erectos, simples o ramificados en la base, foliosos y lampiños. Hojas alternas, sentadas, lineares o linear lanceoladas, puntiagudas, lampiñas, planas y paralelinervias, ensanchadas en la base abrazando al tallo. Capitulos solitarios con un largo pedúnculo hueco que se engrosa en su parte apical y con un estrangulamiento bajo el capítulo. Con 8 brácteas involucrales o menos, aunque puede llegar a 11-12 muy raramente, linear lanceoladas, puntiagudas y bastante más largas que las lígulas. Flores numerosas, crema, violácea o púrpura, todas liguladas, con lígula truncada, con 5 dientes cortos y más coloreados que el resto. Estilo peloso y purpúreo.
Muy parecido a un Tragopogon, género en el cual fue incluido; para diferenciarlo se creó el género monoespecifico tomando del griego las palabras γέρων ghéron, viejo πώγων pόgon, barba: barba de viejo, por sus vilanos. El epíteto se lo puso Linneo en el sentido de intermedio entre otras especies, no de híbrido: pensaba que las plantas silvestres son las que son desde la Creación del mundo, aunque en los últimos años de su vida empezó a dar crédito a las intuiciones que sobre la evolución y formación de nuevas especies circulaban entre unos pocos científicos.
La diferencia entre ambos géneros estriba en los vilanos de los frutos periféricos, cuyas cerdas o aristas, en número de 5, son simples y no plumosas, mientras los vilanos de los frutos centrales son plumosos en Geropogon. En el caso de Tragopogon, todos los vilanos son iguales y plumosos. Otra diferencia se encuentra en las brácteas, que en el caso de Tragopogon se revuelven en la madurez, mientras en Geropogon no.
Hábitat y distribución: prados sobre suelos arcillosos o margosos, profundos, con cierta humedad, ricos en bases, fértiles, en lugares con clima cálido o en rincones térmicos, generalmente en el piso termomediterráneo, pero también en el mesomediterráneo. Su principal zona de distribución son las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla. Sube por el valle del Guadalquivir. En Badajoz, Ciudad Real, Toledo, así como en Valencia hay localidades aisladas. En Madrid, Nicolás López, en su tesis sobre las compuestas de la provincia señala la única cita de Cutanda, que en 1841, sin verla nos dice que «la indicó Rodríguez de Madrid». Esta presencia estaba por confirmar, hasta que recientemente Juan Manuel Martínez Labarga descubrió la extraordinaria importancia de los terrenos del CTC de Coslada para plantas de este tipo, extremadamente raras, dudosas o desaparecidas de la provincia, encontrando que en este pequeño solar de 15 hectáreas, este taxón crecía abundante junto a Cynara tournefortii, Klasea flavescens, Malvella sherardiana, Teucrium spinosum, Scolymus maculatus y otras joyas florísticas.
Amenazas: Desgraciadamente la abundante población de Geropogon hybridus y todas las demás especies han desaparecido al urbanizarse el terreno por la estulticia de la Comunidad de Madrid quien, conocedora de la importancia del enclave (posiblemente el rincón más importante para la flora amenazada de toda la Comunidad) autorizó su destrucción para construir una nave para una cooperativa farmacéutica. Y la alarma previa a las obras levantada por Juan Manuel junto con este colectivo de ARBA Bajo Jarama y con el apoyo de otros botánicos reconocidos sólo ha servido para que las máquinas levantaran toda la capa superficial para llevarse por delante el banco de semillas. Por fortuna para Geropogon hybridus, hay algunas poblaciones más: en la centralidad del Este, distrito de San Blas, afectado por la ampliación de los ferrocarriles de ADIF, que destruiría una población mas o menos grande, la solana del Cerro Almódovar (muy amenazado enclave por el pisoteo, canteras y maltrato en general), el paraje conocido como «los ladrones», en los limites de Madrid y Rivas y Casa Montero, en Vicálvaro, afectado por el destrozo causado por desaprensivos en moto. En el Arroyo de la Cañada, Valdemoro, Julio Martín de Eugenio nos ha comunicado la presencia de algunos ejemplares. En cualquier caso en estos últimos casos hablamos a los sumo de unas decenas de ejemplares en cada núcleo. Recientemente hemos podido encontrar pequeñas poblaciones en Villaluenga de la Sagra, Toledo y se han localizado también en Illescas, cerca del polígono «Plataforma Central Iberum».
CTC de Coslada, Madrid. Fotos: Darío Melia
Barranco del Arroyo del Batán, Casa Montero, Vicálvaro (Madrid). Foto, Rubén de Pablo.
Geropogon: cerdas de vilanos exteriores no plumosas e interiores plumosas (Tragopogon todas plumosas). Foto: DM