Terófito de la familia Cruciferae.
El nombre del género se formó a partir del griego διπλόω diplóo doble yτάξις tàxis orden, colocación: si se abren sus silicuas se ven las diminutas semillas dispuestas en dos filas. El epíteto indica su parecido con la eruca, la rúcula, hierba comestible de sabor acre ya apreciada en época romana.
Tallos generalmente erectos y foliosos de hasta 80 cm. de altura; con pelos adpresos, retrorsos, cortos y densos. Hojas inferiores adpreso-pelosas, limbo de hasta 18 cm, de pinnatífidas a pinnapartidas, con 2-5 pares de segmentos ovados a oblongos y otro terminal mayor que los laterales, todos irreguolarmente dentados a lobados; las medias similares, progresivamente más pequeñas y simplificadas; las superiores sésiles con la base amplexicaule a truncada, rara vez cuneadas. Flores en racimos multifloro. Sépalos erecto-patentes de hasta 6 mm, muy pelosos, los medios algo cuculados. Pétalos blancos, a veces con tintes violáceos, de hasta 12 mm, con uña ancha y poco diferenciada. Estambres 6, los laterales fértiles. Estigma bilobado, deprimido en el centro. Frutos de hasta 48 mm, de patentes a erecto-patentes, nervio medio marcado, valvas comprimidas y por lo general torulosas, rostro con 1-2 semillas, de hasta 8 mm, comprimido y nervado. Pedicelo de hasta 26 mm. Semillas en dos filas, ovoides o elipsoidales.
Es una de las hierbas anuales más abundantes durante el otoño y el invierno en los campos de cultivo y suelos removidos, puede estar en flor en cualquier época del año si no hiela. De rápida germinación después de las primeras lluvias, en pocas semanas florece y cubre de blanco el campo. Muy abundante en olivares y viñedos del sureste madrileño y La Sagra, común en bordes de caminos y cunetas.
Imágenes de D. erucoides erucoides