Herbácea anual de hasta 90 cm, terófito de la familia Compositae.
Según Linneo el nombre deriva del griego echînos, erizo, y el sufijo -opsis que significa «parecido a», por el aspecto de las inflorescencias globosas. El epíteto está tomado del latín striga, hilera de hierbas secas: en botánica ha pasado a identificar la cubierta híspida de setas rígidas o espinitas, todas en la misma dirección, que en este caso cubren totalmente el haz de sus hojas; un carácter diferencial que la distingue de la otra especie del género presente en Madrid, Echinops ritro, además de por ser anual y por las brácteas que envuelven a la flor en número mayor, generalmente más de 25, soldadas entre sí las internas. La división de las hojas caulinares también es diferente, más profunda, 1-2 pinnatisecta, con segmentos lineares, estrechos. Capítulos unifloros, reunidos en glomérulos esféricos, de hasta 8 cm. de diámetro. Flores flosculosas, rosadas o azuladas.
Florece de mayo a agosto.
Habita en cunetas, bordes de caminos, cultivos y pastizales y matorrales algo alterados, por ejemplo, por el ganado. En suelos arcillosos, margosos o calizos. Prefiere suelos básicos. Caracteriza de forma inequívoca los suelos con arcillas magnésicas grises o verdes, típicos del área entre San Fernando de Henares-Coslada pasando por el sur de la capital y que llega por Getafe-Leganés hasta la Sagra Toledana (Numancia de la Sagra-Illescas) zona donde se pueden encontrar sus mejores y mas nutridas poblaciones, junto con zonas similares (vertisoles) del valle del Guadalquivir o los volcanes del Campo de Calatrava, donde la descomposición de los basaltos genera este tipo de arcillas. Endemismo del W, C y S de la Península y del Magreb.
Imágenes de E. strisgosus