Hemicriptófito bianual o anual perteneciente a la familia Solanaceae.
El nombre se tomó del griego hys, cerdo, y kýamos, haba, porque según la tradición los cerdos podían alimentarse de este género sin problemas, pero es altamente tóxica en todas sus partes, incluso mortal. Sus aplicaciones como calmante o como veneno se conocen desde los tiempos babilónicos. El epíteto específico niger, negro en latín, es en contraposición al Hyoscyamus albus que efectivamente tiene flores con la corola clara.
La corola del beleño negro está recubierta en su interior por una retícula de color púrpureo que en el fondo se hace más densa hasta formar una mancha negra. La especie niger se distingue de la albus, entre otros detalles, por las hojas caulinares sésiles y amplexicaules.
Planta velluda-viscosa, de olor desagradable, de hasta 80cm. Tallo erecto, simple y grácil en los ejemplares anuales, más ramoso y robusto en los bianuales. Las flores son sésiles, con cortos pedúnculos las superiores, forman un racimo denso en el ápice del tallo.
Especie ruderal, entre muros y ruinas desde el nivel del mar hasta los 800m. Florece entre mayo y agosto y es de distribución más amplia que el H. albus: sube hasta los 1600m y de Europa se extiende por Asia hasta Japón. Dispersa por casi toda la Península, algo más frecuente en su mitad Norte.
Aunque toda la planta es muy tóxica, además de como medicinal en la Edad Media se empleó en ritos mágicos-satánicos. Contiene escopolamina y un precursor de la atropina que se da dado en llamar l-hiosciamina, precisamente por el nombre del género.
Imágenes de H. niger