Planta herbácea anual de hasta 50 cm. Terófito de la familia de las Compuestas.
Senecio, de senex, anciano, era el nombre clásico de esta especie en alusión a los penachos blancos de sus vilanos. Los senecios se han usado desde antiguo en medicina popular aunque se ha visto que contienen toxinas que atacan al hígado y son cancerígenas. El epíteto significa común, sin connotaciones negativas.
Lanuginosa. Tallos erectos, ramificados. Hojas alternas, de dentadas a pinnapartidas con segementos igualmente dentados o pinnatífidos; las basales pecioladas, el resto sésiles, auriculadas, hemiamplexicaules. Capítulos de 3-9 mm. de diámetro, subcilíndricos, agrupados en corimbos. Bractéolas y brácteas lineares, agudas, en número de 8-18, con el ápice teñido de negro. Flores externas hemiliguladas, con el limbo generalmente ausente, amarillas.
Muy común en el Sureste de Madrid y La Sagra. Su área original de distribución era posiblemente la franja templada de Eurasia, pero hoy es cosmopolita; protocolonizadora, ruderal y arvense, se adapta a casi todo tipo de suelos y de sustratos. De ciclo vital muy corto, de dos a tres meses, es normal que haya tres generaciones en un año. Esto le confiere una gran adaptación a los distintos ambientes (como consecuencia, una gran variabilidad morfológica y de tamaño) y una enorme resistencia a los agentes patógenos, incluso a los herbicidas sintéticos modernos. Sólo la Puccinia lagenophorae, un hongo de origen australiano-asiático, puede con esta especie, pero no resiste las heladas con lo que las generaciones posteriores a un invierno se libran de su presencia. Como buena planta protocolonizadora se poliniza tanto por acción del viento como de forma autógama: el polen fertiliza flores de la misma planta, lo que asegura su reproducción, aunque sea a expensas de la mezcla de genes, cuando hay pocos ejemplares en las proximidades. La dispersión de las semillas es por el viento a distancias considerables gracias a sus vilanos muy plumosos y ligeros.
Imágenes de S. vulgaris