Herbácea anual de la familia de las Caryophyllaceae.
El género tiene casi ochenta especies representadas en la Península; véase a través de enlace a la familia una docena de collejas presentes en nuestro territorio, más la cita de unas pocas de las que todavía no tenemos fotos.
El nombre silene aparece en escritos de Lobelius, o Mathias de l´Obel, botánico flamenco compañero de estudios y amigo de Clusio, quien lo atribuyó gratuitamente a Teofrasto. Es probable que silene provenga de Sileno, barrigudo y siempre borracho preceptor de Dióniso, Baco para los romanos; muchas silenes tienen el cáliz barrigudo.
De 17-80 cm de altura. Sus tallos son erectos, ramificados desde la base o en su mitad superior, con indumento pubérulo en la mitad inferior. En la mitad superior sus tallos son glabros y viscosos. Esto último llama la atención, puesto que una vez seca la planta, se ven los numerosos restos negruzcos, incluso insectos, adheridos a la viscosidad de la mitad superior. Las hojas basales son lanceoladas y las del tallo, estrechamente lineares. La inflorescencia es en dicasios (inflorescencia cimosa que terminando en una flor, se originan dos flores laterales por debajo de ésta, esta ramificación se puede repetir varias veces) en los que con frecuencia solo se desarrolla la flor central. Las flores son pediceladas. El cáliz es de 7,5-13,5mm, truncado, estrangulado cerca de la base, glabro o pubérulo y con nervios anastomosados. El limbo de los pétalos es muy pequeño (3mm máximo), suele estar semiincluido en el cáliz, es bífido, blanquecino. El fruto en cápsula tiene de 5 a 10 mm y sobrepasa al cáliz. Lo más distintivo es su forma cilíndrica.
Su hábitat son los lugares pedregosos y secos, muchas veces arenales, en pastizales ralos de plantas anuales, típico de cascajares y arenales de ramblas secas o de ríos de la España mediterránea. Parece que tiene apetencias silicícolas. Muy raro en Madrid, en Anthos no hay citas de la especie aunque si se relaciona en el listado de la flora de Madrid de Nicolás López. Las fotos son del carrascal de Arganda, pero no del monte, sino del instituto, donde crece en las junturas de los ladrillos medio descompuestas por la intemperie.
Imágenes de S. inaperta