Endemismo ibérico del que se conocía la población en S. Miguel de Bernuy, Segovia; de donde ha desaparecido. En la actualidad solo se conoce una población, en la provincia de Guadalajara. Fue colectada en Madrid y Valladolid, pero desde los años 30 del siglo XX no ha vuelto a ser vista.
Es una especie rudero arvense extinguida de muchas localidades probablemente debido a las prácticas agrícolas agresivas, basadas en el arado con vertedera y al empleo masivo de herbicidas.
En Segovia crecía en pastos terófiticos, sobre margas calizas compactadas por el pisoteo, en bordes de camino. La población de Guadalajara, está en márgenes de cultivo de cereal de secano.
En Madrid, se conocía de la Dehesa de la Villa, en pastos sobre arcosas y ribazos del canal de Amaniel, y de algunos enclaves orientales del municipio de Madrid, que actualmente están urbanizados o recalificados. No descartamos que pudiera llegar a los antiguos cultivos que limitan el término municipal de Madrid por el este. Hay un pliego de herbario antiguo de Aranjuez, y por eso la incluimos en este herbario del sureste madrileño, para que sea una especie a buscar y a reencontrar.
Julián García Muñoz con el asesoramiento de Enrique Rico, fue a la población de Guadalajara, donde queda la última población viva de la Veronica chamaepityoides. Allí recogió semillas y ha logrado en el vivero/invernadero de la fundación APADRINA (en la Finca de Solanillos) reproducir la especie. Con esto han conseguido cientos de semillas y alguna reintroducción en las inmediaciones de esta última población. Esto ha supuesto la salvación de la muy segura extinción de una especie endémica de la flora iberica.
Las últimas imágenes de la presentación, han sido tomadas en el vivero de APADRINA.