Planta perenne, leñosa. Caméfito de la familia de las cistáceas.
El nombre del género (que se debería pronunciar heliánthemum) apareció por primera vez en una obra de Valerius Cordus, físico médico y botánico alemán del S. XVI, uno de los primeros en reinterpretar los viejos textos de Dioscórides describiendo las mismas plantas sobre la base de sus propias observaciones de campo al natural. Del griego heliós, sol y anthos, flor: bien porque algunas flores del género son del color del sol, bien porque sólo se abren con sol, bien porque duran un solo día.
De 10-35 cm, laxamente cespitosa, cepa de ramas erectas, mas raramente procumbentes. Con tallos tomentosos, con pelos muy finos, adspresos. Hojas linear-lanceolares o lineares, obtusas o agudas y de margen revoluto, a veces planas, de tomentosas a con pelos esparcidos estrellado pubescentes en haz y de envés incano-tomentoso. Inflorescencia simple, algo laxa, de hasta 16 flores, con brácteas lineares mas cortas que los pedicelos. Botones florales ovoideo-cónicos, agudos, con àpice retorcido. Sépalos de costillas violáceas, sin pelos setosos, algo pubescentes y espacio intercostal estrecho (hasta 1 mm) membranaceo y tenuamente estrellado pubescente a glabro. Pétalos de 5-8 mm, blancos, raramente rosados y maculados. Fruto en cápsula mas corto que el cáliz, ovoideo elipsoidal u ovoidea, densamente peloso.
Tiene similitud con Heliantemum hirtum, appeninum y asperum, de los que se diferencia en que estos últimos tienen pelos largos rígidos en las costillas de los sépalos, mas largos que el espacio intercostal. H. asperum carece de pelos en el espacio intercostal, mientras que appeninum presenta en este espacio un indumento tomentoso similar a H. violaceum. Helianthemum hirtum tiene costillas bastante gruesas y botón floral fusiforme, además, con la flor abierta ya no cabe duda, puesto que en lugar de blanca, es amarilla. La especie más parecida a la nuestra es Helianthemum almeriense, de la que no debemos preocuparnos, por presentar una distribución netamente separada de la nuestra.
Crece en lugares secos, despejados, calizos o yesosos, a veces arenosos, en tomillares y matorrales. Se encuentra en el Centro, Este y Sur de la Península Ibérica. En Madrid se distribuye exclusivamente en su cuadrante sureste. Alcanza su límite oeste en Valdemoro y luego se encuentra al sur del Jarama, San Martín de la Vega, colinas del entorno del Cerro Pajares en una zona de coscojar abierto. También está citado de Morata y Perales de Tajuña, Villarejo de Salvanés, Belmonte de Tajo, Villamanrique de Tajo, Colmenar de Oreja, Brea de Tajo y Valdelaguna, desapareciendo al noreste de la alcarria de Madrid, hacia Guadalajara, conforme las condiciones se hacen menos secas y mas frescas.
Murcia: Taxon vulnerable (VU)
Imágenes de H. violaceum