Hemicriptófito endémico del este peninsular, excepto el Norte de Cataluña, de hasta 110 cm. de la familia Hypericaceae.
Hypericum , en su forma latina, y hyperikón, en su forma griega, eran nombres clásicos, derivados del griego hypér o ypér, encima, por encima de, y eikón, imagen: significaban que tenía poder para alejar los espíritus, las sombras, y era tenida por planta sagrada, símbolo de luz que ayudaba a alejar los malos espíritus. Sin embargo Linneo dio a su nombre una interpretación diferente: por encima de lo imaginable, por sus grandes poderes en medicina natural. El nombre del epíteto podría relacionar las hojas connatas de esta especie con las de las Madreselvas, hoy llamadas Lonicerae y en época romana clásica caprifolium, de donde deriva el actual nombre de la familia Caprifoliaceae , al tener muchas madreselvas las hojas connatas; o bien podría relacionarse directamente con la etimología de caprifolium, de capra, cabra, y folium, hoja: hoja apetecida por las cabras.
Tallos tomentoso-pubescentes, frecuentemente con ramas estériles, sin líneas realzadas. Hojas de hasta 50 x 30 mm, connatas, oblongo-elípticas, pubescentes, traslúcidas, con glándulas negras marginales e intramarginales. Brácteas lanceoladas o linear-lanceoladas con acumen rojizo y con glándulas marginales negras, pediceladas sólo en las aurículas. Sépalos lanceolados, glabros, acuminados o setosos, con glándulas negras laminares y marginales, algunas largamente pediceladas. Pétalos amarillos con algunas glándulas negras.
Se cría en suelos calizos, en herbazales húmedos, juncales o bordes de cursos de agua. En toda la mitad E de la Península, excepto las zonas costeras del País Vasco y del N de Cataluña. De los 300 a los 1600m. Florece de mayo a agosto.
Castilla y León: Taxon de atención preferente.
Navarra: Taxon vulnerable (VU).
Imágenes de H. caprifolium
