Sufrútice perenne de alrededor de un metro de altura de la familia Scrophulariaceae.
Su nombre viene del latín scrophulae, que ha pasado al castellano como escrófulas: unas úlceras de la piel que antiguamente se intentaban curar con una planta de este género, la S. nodosa L. El epíteto específico tiene origen parecido, puesto que se refiere a que se usaba para paliar la sarna de los perros.
Planta con tallos muy ramificados, con ramas flexibles, foliosas, glabras, hojas la mayoría pinnatipartidas o pinnatisectas (muy rara vez indivisas) verdes, glabras; Inflorescencias de cimas muy ramificadas, típicamente no 5-15 flores; a veces presenta glándulas sésiles en varios de sus órganos.
La planta, en verde, emite un olor característico, desagradable, que recuerda las chinches.
Habita en suelos removidos, algo nitrogenados, desde el nivel del mar- en suelos arenosos – hasta los 1500m; indiferente edáfica. Común en toda la Península, se distribuye desde el Norte de África a toda Europa meridional y central y por el Oeste llega hasta el Himalaya. Florece en marzo hasta junio-julio.
La otra subespecie, la S. canina subsp ramosissima, no se da en nuestro territorio: sólo se encuentra en zonas cálidas de las Baleares y el Mediterráneo central. Presenta ramillas rígidas, no flexibles cuando maduras, desprovistas de hojas y cimas más laxas y simples con menos flores.