• Reino: Plantae
  • División: Magnoliophyta
  • Clase: Magnoliopsida
  • Orden: Laurales

Familia con 68 géneros y 2978 especies, propia de los trópicos de América, África y Asia, de selvas y montañas tropicales, con algunas especies en los bosques siempre verdes (con propiedad denominados lauroides) de latitudes templadas, como por ejemplo, el viñatigo canario, propio de la laurisilva, última especie africana de su género, el del aguacate, abundante en especies en América y que pervive en las islas tras su extinción en toda la cuenca mediterránea y África. El laurel sería la última especie europea, testigo de la flora de bosques siempre verdes anterior al enfriamiento y aridificación del clima que sufrió la cuenca mediterránea a lo largo del Plioceno y sobre todo a lo largo del Pleistoceno. Muchas especies se adaptaron al clima mediterráneo (madroños, durillos, etc), y la mayoría se extinguió. El laurel se ha mantenido en refugios con clima mediterraneo húmedo y cálido, mientras el viñatigo se está naturalizando en la fachada marítima portuguesa. Con el calentamiento climático algo parecido le pasa al laurel en el interior peninsular, se está comenzando a naturalizar en vaguadas húmedas y algunos bosques de ribera en Madrid, a partir de jardines. La mayor diversidad de Lauraceae es en la región indomalaya y en América central y meridional, en África es menos importante.

Hábito: árboles con especies de hasta 50 m o arbustos, perennes, algunas especies de hierbas parásitas.
Hojas alternas u opuestas, o de apariencia verticilada, simples, enteras, coriáceas, haz brillante y envés glauco, pinnadas, sin estípulas.
Tallos a menudo con contrafuertes, a veces pneumatóforos o raíces zancudas (las especies de selva pantanosa), ramas aquilladas en muchas ocasiones, corteza lisa, con pqueñas lenticelas planas, con cristales de oxalato de calcio o sílice.
Inflorescencias axilares, tirsoides, tirso-paniculadas o raramente capituladas, o flores solitarias (raramente).
Monoicas o dioicas de flores pequeñas, actinomorfas, trimeras (también dimeras, tetrámeras o pentámeras) verdosas, amarillentas o blanquecinas. Receptáculo separado del ovario, pequeño a dilatado y urceolado.
Perianto de 2-4 verticilos de tepalos similares entre sí y 1-2 verticvilos internos estaminodiales.
Androceo de 4 verticilos, el interno ausente o estéril, y 1 o 2 mas también estériles por lo común, y el tercer verticilo con un par de glándulas basales por lo general.
Gineceo unilocular, súpero por lo general, estilo con un profundo surco ventral, estigma apical, capitado y papiloso, un óvulo péndulo de placentación apical.
Fruto de subesférico a elipsoidal o claviforme, en baya monosperma, el receptáculo y el pedicelo pueden estar agrandados y formar una cúpula leñosa alrededor del fruto o solo en su base, al modo de la bellota, en cúpula. También drupa con endocarpo poco desarrollado. Exocarpo por lo general brillante, céreo en ocasiones y mesocarpo carnoso, un poco engrosado a mucho (Persea), endocarpo de una sola capa de células con pared lignificada, leñoso en el género Cassytha. Estos frutos están adaptados a la dispersión endozoocora, por grandes aves, palomas, zarigueyas, tapires, roedores de gran tamaño, grandes mamíferos de la selva. Algunas especies cuentan con su dispersión por megafauna hoy escasa o ya extinta, por ejemplo los aguacates eran dispersados por gonfoterios y megaterios ya desaparecidos, ya no hay animales capaces de tragar un fruto tan grande y dispersarlo con sus heces.

En azul las especies fotografiadas en el sureste madrileño y La Sagra.

Laurus nobilis



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