Hierba anual o más comunmente bienal, terófito o hemicriptófito de la familia Cruciferae.
Es una planta con un potente olor a ajo, que se acrecienta si frotamos las hojas: de ahí su nombre, derivado de allium, el ajo en latín. De hecho, son comestibles y en pequeña cantidad dan sabor a los sándwiches. El epíteto se refiere a los largos pecíolos de sus hojas, que en los ejemplares bianuales están verdes durante el primer invierno, adquiriendo algunos una tonalidad rojiza el segundo año.
Los tallos son altos, de 30 a 100 cm y erectos, ramificados en su parte superior. Hojas casi sin pelos, solamente en los nervios del envés, pero con peciolo peloso. Las hojas inferiores son diferentes de las superiores, largamente pecioladas, cordado-reniformes o cordadas, y son las únicas que aparecen en grupo denso pegado al suelo en las plantas anuales. Las superiores pueden ser cordadas, triangulares o incluso rómbicas, sinuado-dentadas, de dientes desiguales. Las flores se agrupan en racimos sin brácteas. La flor carece de sépalos, al ser éstos caducos y caer muy temprano. Los pétalos son pequeños, de 2-5mm de longitud, blanquecinos, verdosos, o algo violáceos. Los frutos son erectos, con forma en silicua de sección subtetragonal de 1,2-7 cm, con estrechamientos entre las semillas y valvas trinerviadas.
Florece de abril a julio.
Escionitrófila, habita en lugares frescos y húmedos, en semisombra, como cunetas de caminos y sobre todo, en sotobosques de las vegas, en especial la hemos visto en sotos de negrillos, lugares húmedos y nitrificados, en la Vega del Jarama, en Rivas y San Martín de la Vega. Se encuentra dispersa por toda la Península, pero abunda en la mitad norte y se enrarece en la sur, en la que se encuentra en los sotos de zonas de montaña. Se distribuye por el resto de Europa y por el E hasta el Himalaya.
Imágenes de A. petiolata