Planta herbácea anual. Terófito de la familia Cruciferae.
Linneo creó el género limitándose a escribir que lo tomó de Dioscórides; la obra de éste se copió una y otra vez hasta casi el s. XV, cuando los botánicos modernos la dejaron por fin por obsoleta y según uno de ellos, Rembert Dodoens, su nombre se debe a una errata: un copista confundió la letra Delta inicial en  Δράβη Drábe y la tomó por una A, por lo que escribió Árabe,  luego Árabis.
Las cuatro especies del género que son citadas del Sureste de Madrid son Arabis parvula, Arabis hirsuta , Arabis planisiliqua  y A. auriculataA. parvula es de pequeño tamaño, menos de 15 cm en general, efímera, de frutos y hojas recios, sólo la hemos encontrado en suelos calizos pedregosos, en solanas o cumbres de colinas secas, venteadas, en tomillares. Es anual, como lo es A. auriculata, y ésta es más flexible en su hábitat: da ejemplares de 10 cm, en yesos, margas o calizas  en solanas, pero también en herbazales húmedos y en umbrías donde alcanza tallas de 30 cm. Sus hojas son mucho más herbáceas y con claras aurículas, que la distinguen y justifican su epíteto específico. Las hojas, serrulado-dentadas o profundamente serradas, presentan un tomento denso de pelos ramificados 2-4 veces y son marcescentes en la fructificación. Los tallos, erectos y simples o ramificados, generalmente en la parte superior, son igualmente tomentosos de pelos ramificados. Racimos con hasta 30 flores con raquis por lo general zigzagueante. Pétalos blancos. 
Arabis planisiliqua y Arabis hirsuta son perennes y las hemos encontrado en bosques o arbustales, en quejigar, encinar o coscojar, siempre bajo cubierta o en la cercanía de árboles, en ambiente nemoral. Son mucho más altas que las otras. Arabis planisiliqua es propia de los ambientes más húmedos y por tanto, está en zonas de quejigar o encinar con quejigos. Arabis hirsuta aparece también en encinares y coscojares. Flora Iberica señala que tiene de 15 a 30 (50) cm. Los ejemplares fotografiados se acercan más a los 50 que a los 30 cm. Tiene los márgenes de las hojas, tanto caulinares como de la roseta basal, con dientes y unas pequeñas aurículas.
Imágenes de A. auriculata

Senda del Manantial, Martín de la Vega (M) Darío Meliá

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