Planta herbácea perenne, hemicriptófito de la familia Convolvulaceae.
El nombre del género deriva del griego kályx stége, cáliz y techo, por las dos grandes brácteas que protegen el cáliz envolviéndolo completamente o casi. El epíteto viene de saépes, sépes (en latín clásico el diptongo ae, que se escribía formando una sola letra, se leía «e»: la pronunciación «rosa-e» es arcaica, de la época de los 7 reyes), el seto: se aprovecha de los setos y de los matorrales para trepar muy rápidamente hasta la luz sin gastar energía en un tallo robusto. Éstos son volubles, profusamente ramificados, de hasta 3m de largo con resaltes lineares; parten de un rizoma grueso y ramificado que como saben los agricultores, viticultores y jardineros hay que localizar y extirpar para deshacerse de la planta, que llega a ser invasora.
Las flores, de corola de más de 4cm de diámetro, se cierran cuando llueve o está cubierto pero cuando hay presencia de mariposas y otros insectos nocturnos permanecen abiertos durante la noche: entre otros, hay una mariposa, la Agrius convolvuli, (Linneo llamó convolvulus, «que se envuleve, se enrosca» a la planta) especializada en alcanzar el néctar profundamente escondido y de paso polinizar la flor. Pero también pone sus huevos en las hojas de la corregüela y sus larvas las devoran rápidamente. 
De distribución en toda la franja templada de Eurasia y frecuente en casi toda la Península y Baleares, es indiferente edáfica aunque necesita humedad en el suelo y prefiere suelos arcillosos; soporta suelos ligeramente salobres, hasta 1200 (1500)m. Florece de abril a septiembre (octubre).
Imágenes de C. sepìum

Gózquez de Abajo (M) Darío Meliá
Bajo Jarama (M) Darío Meliá

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