Hierba perenne endémica del centro este y sureste peninsular. Hemicriptófito de la familia de las Compuestas.
El nombre del género ya lo usaban los romanos, que lo aplicaban a la centaurea mayor, Centaurea centaurium L. y los griegos; deriva del griego Kéntauros, la mezcla de caballo y hombre de la mitología griega, uno de los cuales, Kirón o Quirón, tenía grandes conocimientos de medicina y hierbas medicinales. El género como tal fue creación de Linneo que agrupó en él otros muchos de autores anteriores. Es un género muy complejo, con la Península como región que ha dado lugar a la mayor especiación, lo que ha llevado hasta tiempos recientes a una gran cantidad de sinonimias y de cambios de nombres, hasta que J. A. Devesa sistematizara su clasificación en su monografía y coordinando el trabajo de muchos botánicos en la entrada de F. Iberica. El nombre de ésta es un ejemplo: Talavera le puso el epíteto castellanoides, «parecida a una C. castellana Boiss. & Reut.», pero esta última denominación hoy se ha descartado y una de sus variedades, C. castellana var. baetica, se considera hoy la especie-tipo de la C. castellanoides, de que por otra parte se acepta la existencia de otras dos subespecies.
La subsp talaverae alcanza una altura de tallos de 13-61 cm. Con inflorescencia de capítulos cortamente pedunculados, que aparecen solitarios o de dos en dos, formando una panícula laxa corimbosa. El involucro mide 9-11×3,5-5 mm y es cilíndrico (lo que le distingue de muchas otras especies del género centaurea) atenuado en la base. El apéndice de las brácteas involucrales medias es pectinado-fimbriado, pardo, erecto o erecto patente, decurrente terminado en una espina terminal de hasta 1,5mm y fimbrias laterales de 0,6-2mm, en número de 3-6 a cada lado. Las flores son rosadas y los aquenios negruzcos, con un pequeño vilano menor que la mitad del aquenio. Floración estival, de junio a septiembre.
Habita en claros y orlas de bosques principalmente encinares y pinares, matorrales, cunetas y bordes de caminos, taludes y baldíos, por lo general sobre suelos pedregosos o arenosos, de naturaleza calcárea, no excesivamente nitrificados entre (270)536-1.700 m, principalmente en zonas montañosas de la mitad este peninsular, desde Zaragoza, pasando por Cuenca, sureste de Madrid, Albacete, este de la provincia de Ciudad Real (Centaurea castellanoides subsp. talaverae E. López & Devesa), Jaen, Granada y extremo sur de Córdoba (Centaurea castellanoides subsp. castellanoides E. López & Devesa) y este de Cádiz, oeste de Málaga (Centaurea castellanoides subsp. arundana E. López & Devesa). Hemos podido localizar ejemplares de la subespecie talaverae en Morata de Tajuña, en laderas cubiertas de matorral de coscoja y pino piñonero, sobre arenas calizas y en Campo Real en la cuneta de la carretera, sobre arcillas con yesos.
Cabe su confusión con C. aristata Hoffmanns & Link. antes denominada C. castellana Boiss. & Reut o C. paniculata subsp. aristata (Hoffmanns.& Link) Cout. El hábitat de esta última es similar al de C. castellanoides, con la salvedad de que es indiferente al tipo de suelos, pudiendo crecer sobre suelos siliceos o calizos, y aunque se distribuye por Castilla-León, norte de Cáceres y norte y oeste de Madrid, llega hasta nuestro territorio (Ocaña, Toledo) con lo que bien puede llevar a confusiones. Además, en la zona de transición crecen ejemplares con características intermedias.
Imágenes de C. castellanoides talaverae