Planta herbácea anual. Terófito de la familia Caryophyllaceae.
Dillenius, botánico alemán que se mudó a Inglaterra a instancia de Willam Sherard (sí, el de las  Malvella sherardiana, entre otras especies que se le dedicaron) se fijó en las cápsulas de estas plantas, cilíndricas con una serie de dientes rectos en el ápice (en número doble al de los estilos, normalmente 10) y creó el nombre del género a partir del griego kéros, kerástes, cuerno, cornudo; el género fue revalidado por Linneo. El epíteto se tomó del verbo latino glomero, reuno, agrupo, envuelvo: por las piezas (las flores, en este caso) reunidas en cimas apretadas, dicótomas.
Los sépalos de cada flor son todos de margen escarioso y recubiertos de abundantes pelos en el dorso, normalmente glandulares; algunos de ellos por lo menos con un penacho de pelos eglandulares que sobrepasan el ápice. Los pétalos son más cortos, o como mucho un poco más largos, que el cáliz, a veces inexistentes; ciliados en la uña, bilobados. Dientes de la cápsula 10, erectos, revolutos.
Ruderal, viaria y arvense, sobre todo tipo de sustrato, desde el mar hasta los 2000m; Cosmopolita, presente en todas las provincias de la Península. Florece de enero a agosto.
Imágenes de C. glomeratum
Torrejón de Velasco (M) Darío Meliá

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