Árbol de la familia Cupressaceae.
Cupressus era su nombre en latín, que no es seguro que pueda derivar de Kyprós, Chipre. Lo que sí se sabe es que era originario de Chipre, Rodas, Siria y Creta y de allí se introdujo en Italia en época prerromana. Al haberse plantado y asilvestrado desde muy antiguo en todo el mediterráneo es difícil determinar su área natural exacta. Sempervirens, en latín, quiere decir sencillamente «siempre verde».
Las formas extremas, la de ramas horizontales y porte cónico Cupressus sempervirens f. horizontalis (Mill.) Voss y la C. sempervirens L. f.  sempervirens están acompañadas de todas las formas intermedias silvestres en su área natural, aunque predominan las abiertas. Sólo forma unos pocos bosquetes puros en Creta, suele presentarse en ejemplares aislados entre Acer sempervirens.
Especie monoica, con microsporofilos masculinos amarillos en el ápice de las ramillas que pronto caen. Los macrosporofilos, femeninos, más grandes, dan lugar a gálbulos subesféricos verdes que emplean uno o dos años en madurar, convertirse en leñosos de color pardo-gris y abrirse.
Soporta muy bien la sequía paralizando su desarrollo durante todo el verano, pero no resiste heladas largas o fuertes. Vive más de 500 años y no son raros los casos de árboles con más de mil.
Se cría en suelos sueltos y en grietas de rocas, sus raíces son fitones que alcanzan gran profundidad, pero en suelos compactos y poco profundos pueden extenderse superficialmente a distancias considerables del tronco.

La Aldehuela (M) Darío Meliá
Cupressus sempervirens

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