Terófito de la familia Gerianaceae.
El nombre del género se tomó del griego géranos, grulla, por la forma de los frutos que recuerdan el pico de ese ave. El epíteto molle en latín quiere decir suave, blando: por la pelosidad de pelos largos, sedosos y ondulados que recubre tallos y hojas que lo hacen sentir velutino al tacto.
Tallos erectos o ascendentes, con pelos y cortos glanduliferos o no y largos no glandulíferos. Hojas basales en roseta persistente, menores de 4 cm, alternas, por lo general palmatipartidas, de contorno suborbicular, con 5-9 segmentos lobados en el tercio superior y que se ensanchan hacia el ápice, pelosas por ambas caras; segmentos centrales con 3 (4) lóbulos. Pecíolos pelosos de hasta 14 cm. Flores pentámeras, regulares, hermafroditas; en címulas bifloras con pelos largos no glandulíferos y cortos con y sin glándulas. Sépalos libres, mucronados, a veces con margen escarioso estrecho, con pelos largos y patentes, otros más cortos y más o menos adpresos, glandulosos. Pétalos purpúreos, libres, ciliados en la base, con uña corta. Diez estambres con filamentos ensanchados y algo ciliados hacia la base, todos con anteras. Frutos glabros, algo rugosos.
Florece de enero a julio.
Común el Sureste de Madrid y La Sagra. Ruderal y arvense.
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Imágenes de G. molle