Matilla leñosa de la familia de las cistáceas.
El nombre del género (que se debería pronunciar heliánthemum)  apareció por primera vez en una obra de Valerius Cordus, físico médico y botánico alemán del S.XVI, uno de los primeros en reinterpretar los viejos textos de Dioscórides describiendo las mismas plantas sobre la base de sus propias observaciones de campo al natural. Del griego heliós, sol y anthos, flor: bien porque algunas flores del género son del color del sol, bien porque sólo se abren con sol, bien porque duran un solo día.
De hasta 45 cm, verdosa o cenicienta. Hojas ce oblongo-elípticas a lineares, generalmente de margen revoluto. Estípulas generalmente más largas que el pecíolo, pelosas. Inflorescencia simple con brácteas más cortas que los pedicelos, similares a las estípulas. Botones florales de ápice no o poco retorcido. Sépalos en general sedosos, con pelos adpresos, costillas algo prominentes con pelos setosos. Pétalos amarillos o anaranjados, maculados. Cápsula más corta que el cáliz.
Rara en el Sureste de Madrid y La Sagra. Se cría en lugares despejados, tomillares y matorrales, a veces en suelos pedregosos y fisuras de rocas.
Imágenes de H. apennimum stoechadifolium

Tielmes (M) Darío Meliá

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *