Matilla leñosa de la familia de las cistáceas.
Helianthemum (pron. «heliánthemum) es palabra compuesta del griego helios, sol, y anthos, flor, ya que algunas de las flores de este género son amarillas y porque las matas crían en suelo soleado con las flores que apuntan hacia el sol; el primer texto que se conoce donde figura este nombre es de Valerius Cordus, físico médico y botánico alemán del S. XVI, uno de los primeros en reinterpretar los viejos textos de Dioscórides describiendo las mismas plantas sobre la base de sus propias observaciones de campo al natural. DespuésTournefort creó el género como tal pero finalmente, conforme a las normas de nomenclatura, se atribuyó a Miller. Cinereum en latín quiere decir ceniciento y siendo estrictos se aplica mejor a la especie nominal, actualmente denominada H. cinereum (Cav. ) Pers. subsp. cinereum, porque tiene las hojas cubiertas de un pelo apretado ceniciento por el haz; la subespecie rotundifolium difiere de la nominal, entre otras cosas, por tener hojas verdes o algo rojizas por el haz, rara vez totalmente cubiertas de pelos; todo lo más, con pelos cenicientos dispersos. Rotundifolium, en latín, quiere decir «de hoja redonda», y efectivamente lo son, con el nervio central muy marcado y ápice agudo.
Muy polimorfa. De hasta 30 cm. Cepa con numerosas ramillas divaricadas, postradas. Tallos floríferos tomentosos, ascendentes. Hojas de ovadas a oblongo-lanceoladas, generalmente planas, verdes por el haz; las superiores de los tallos floríferos estipuladas. Inflorescencia ramosa-corimbimiforme; excepcionalmente con una sola rama basal o simple. Botones ovoideos o subglobosos. Pétalos amarillos, mayores que el cáliz. Cápsula subigual o más corta que el cáliz. Hay cuatro subespecies de H. cinereum pero en el territorio del herbario, centro de la Península en sentido amplio, sólo se encuentra ésta.
Habita en tomillares y matorrales despejados sobre suelos calizos, yesosos o dolomíticos, más raramente sobre pizarras o equistos micacíticos. Común en el Sureste de Madrid y La Sagra, la vemos sobre suelos calizos y yesosos secos, en tomillares y matorrales.
Imágenes de H. cinereum rotundifolium