Arbusto, a veces árbol, de la familia de las Apocynaceae.
Nerium era el nombre latino de la adelfa, transcripción del nombre griego nerión, relacionado con narós: fluir, manar,por el habitat, a lo largo de cursos de agua, ramblas y barrancos. El epíteto específico es evolución en lenguas romances o derivadas del latín de arodandrum, voz latina corrupción del griego rododéndron o rhododendron, que los romanos usaban para cualquier arbusto o árbol de flor rosa (rhodos es en griego «rosa» y dendron es «árbol»).
A pesar de ser especie venenosa se ha cultivado con fines decorativos desde la antigüedad; posiblemente no sólo con ese fin, si se tiene en cuenta que se relaciona con ritos funerarios de los que se tiene la primera constancia escrita en el primer Libro de los Reyes (hace ¿2.600 años?) y en países de raíces prerromanas (Etruria, hoy Toscana y Magna Grecia, hoy Sicilia) perdura la tradición de cubrir las mortajas con flores de adelfa.
Al haber sido tan cultivada es difícil fijar su origen, que se sitúa en el próximo Oriente. En la Península es frecuente en la reción mediterránea desde el Alentejo hasta Tarragona pasando por toda Andalucía y el Levante, donde forma galerías a lo largo de barrancos y torrenteras. En la zona del herbario sólo se encuentran ejemplares de cultivo, porque no resiste las heladas (soporta 5-7 grados bajo cero y aunque puede rebrotar desde la base, se debilita en inviernos duros).
Flora ibérica reconoce la existencia de una subespecie, N. oleander subsp. kurdikum que sería propia del Este mediterráneo y Oriente próximo y medio, con lo que la nuestra se debería denominar, en puridad y siguiendo el criterio de F. Ib., N. oleander L. subsp. oleander ; sin embargo la propia F. Ib. reconoce que las poblaciones del E mediterráneo se diferencian poco de la del W y no hemos encontrado en la literatura una clave o una definición de las diferencias entre las dos subespecies, por lo que mantenemos la denominación clásica de N. oleander a secas.
Imágenes de N. oleander