Herbácea anual de la familia de la familia Poaceae, o gramíneas.
Panicum (en latín se pronunciaba pánicum) era nombre antiguo de esta y otras especies, derivado de panis, el pan; el epíteto específico viene del verbo mólior, «yo muelo»: en alusión a que es apto para la molienda. Se desprende que su uso en cultivo es muy antiguo aunque no se pueda precisar mucho, entre otras razones porque se confundía con frecuencia con el Panicum italicum L., o Setaria italica (L.) P. Beauv., el panizo. De Candolle le atribuía a los dos un origen indio; Daniel Zoharty, quizás el que más ha investigado en tiempos actuales sobre la arqueología de los cultivos, no está tan seguro y apunta en ambos casos a China y a hace más de 7000 años. En China el cultivo de panizo sigue siendo de los más importantes.
El mijo tiene hojas anchas, lanceoladas, con pelos tanto en el limbo como en la vaina; la inflorescencia es una panícula grande, larga, que cuelga a un lado, formada por espiguitas glabras, racemosas; cada espiguita lleva en el ápice una flor hermafrodita y e interiormente una flor masculina o estéril; gluma con dos nervios, el inferior más pequeño. La cariópside (fruto) es lustrosa, elíptica, comprimida, en Europa de color blanco aunque en paises más cálidos se cultivan variedades de otro color (var. nigrum, luteum, bicolor etc.)
Es de ciclo muy corto, 3-4 de meses, y se empleaba en la meseta como cultivo de final de primavera; se usaba para alimentación animal por su grano y como forraje; tiene el inconveniente de que sus frutos maduran en fechas distintas y en el momento de la cosecha siempre se desaprovechaba una parte importante. Hoy, más de cuarenta años después de que desapareciera su cultivo, es común encontrar el mijo asilvestrado en el Sureste de Madrid.