Hierba perenne. Hemicriptófito de la familia de las Compuestas.
El origen del nombre científico y de escorzonera deriva de la creencia popular de que servía para curar las picaduras de las víboras: curtio, curtionis en latín tardío, en catalán medieval escurçó, en francés antiguo y provenzal scorzon o ecorzon, en italiano obsoleto scorzone. El epíteto, de hoja estrecha en latín, describe una característica llamativa de la especie: sus hojas estrechas, lineares, sentadas y de gran longitud.
Distintivo sobre otras del género es que las hojas ascienden por todo el tallo, con frecuencia hasta la base de la misma flor. Como las restantes especies del género carece de pelos, posee una raíz tuberosa engrosada y crece en sitios secos, matorrales, bordes de caminos y prados. Recuerda a Tragopogon dubius, pero este tiene solo una fila de brácteas en el involucro y estas son muy largas y rebasan ampliamente a las lígulas. La flor suele aparecer cerrada, Cuando se abre, deja ver unas lígulas amarillas con tonos púrpuras. Endemismo ibero-marroquí que, sin ser frecuente, aparece dispersa aquí y allá por todo el sureste de Madrid. La hemos visto en Nuevo Baztán, En la parcela del CTC de Coslada y también en Rivas-Vaciamadrid, en los baldíos del Arroyo de los Migueles.
Imágenes de S. angustifolia