Hierba perenne, algo leñosa en la base, de la familia Urticaceae.
El nombre del género ya lo usaban los romanos y viene del verbo latino urere (pron. úrere), escocer: por el efecto urticante – palabra que viene precisamente de este verbo – que provocan sus numerosos pelos al inyectar acetilcolina, histamina y serotonina en la piel humana al mínimo roce. El epíteto especifico, del griego dis, oikía : «dos casas» indica que unos pies tienen sólo flores femeninos y otros sólo masculinos.
Las inflorescencias femeninas, en racimos más o menos ramificados, densamente pubescentes y esparcidas de pelos urticantes, se pueden reconocer por ser péndulas, mientras que las de flores masculinos son generalmente patentes y más cortas.
Habita en terrenos nitrogenados más o menos arcillosos, húmedos y sombríos; es ruderal y arvense pero de tierras de labor abandonadas, no gusta de terrenos recién labrados donde es más fácil encontrar la Urtica urens.
Desde los 100 hasta los 2500msnm, se distribuye por toda la Península excepto las zonas más secas del SE. Subcosmopolita, aparece en todas las zonas templadas del mundo sin que le se conozca un origen concreto.
Conocida desde la antigüedad, cocida es excelente en sopas y muy buena como forraje. Si se deja macerar toda la planta en agua por 12 horas se obtiene un líquido no tóxico (aunque el olor en la preparación no es precisamente agradable ) con propiedades contrastadas como insecticida; es eficaz contra áfidos, o pulgones, y se rocía tanto en cultivos ecológicos de huerta como en jardinería tradicional.
Imágenes de U. dioica