Planta perenne carnosa de la familia Crassulaceae.
Sedum se aplicaba en la antigua Roma a varias crasuláceas, entre las que se han identificado el Sedum album y la siempreviva menor, Sempervivum tectorum. Como en tantos otros nombres comunes del latín, es difícil remontar hasta su origen. El epíteto ha guardado su significado en nuestro idioma: hirsuto, recubierto de pelos relativamente duros y espaciados en todas sus partes. Los pelos glandulosos en las hojas se pueden apreciar (si se tiene buena vista) sin necesidad de cuentahílos.
Hojas generalmente dispuestas en roseta basal a modo de glomérulos, hirsutas y/o con pubescencia glandulosa, alargadas, redondeadas, con la cara superior plana; verdes, a veces con tintes rojizos. Raíz potente, con raicillas que nacen de los tallos laterales. Tallos de hasta 15cm, con inflorescencias paucifloras en panícula. Flores pentámeras con 10 estambres, anteras rojizas.
Vive en roquedos, generalmente graníticos, gleras, muros sobre suelos ácidos, hasta los 2500m, entre el SW de Europa y el NW de África, aunque es rara en la parte Sur de la península. En la región gaditana vive una subespecie, la baeticum Rouy, que es la que ha llevado a llamar subsp. hirsutum a la que nos ocupa; esta es, en todos los casos en que se ha estudiado, diploide, mientras que la especie bética es tetraploide, además de ser mayor con tallos horizontales muy robustos y hojas que recuerdan los de las siemprevivas.
Imágenes de S. hirsutum