Terófito de la familia Leguminosae.
El nombre del género fue dado por Tournefort y revalidado por Linneo; el nombre se tomaba de Lobelius, y éste del nombre vulgar castellano, según Carolus Clusius, de la C. minima subsp. lotoides. “Coronilla del Rey” en alusión a la forma de la inflorescencia; el epíteto específico está tomado del griego skorpios, en alusión a sus frutos que asemejan la cola de un escorpión.
Planta glabra y glauca. Tallos cilíndricos, sin costillas, de hasta 50 cm, ramificados desde la base; el central erecto los laterales postrados o ascendentes. Las hojas son algo carnosas; las basales unifoliadas y pecioladas, de suborbiculares a elípticos, rara vez espatulados, con margen entero de hasta 55 mm; las superiores sentados y excepcionalmente hasta con 5 folíolos frecuentemente apiculados, el central mayor que los laterales, éstos subamplexicaules, dispuesto en la base de la hoja y semejan ser estípulas . Estípulas persistentes, soldadas entre sí, amplexicaules, membranáceas. Infloresncencia con 2-3 (5) flores, con pedúnculo igual o más largo que la hoja axilante, cilíndrico; bractéolas caducas. Cáliz glauco, con el labio superior mucho más largo que el inferior, más largo que el pedicelo. Corola amarilla con el estandarte frecuentemente con venas de color púrpura. Fruto de hasta 75 mm, con el pedúnculo fuertemente retorcido y de sección cuadrada.
Arvense y viaria, también la encontramos en pastizales y matorrales en ambiente seco, prefiere suelos básicos. Común.
Imágenes de C. scorpioides
Ontígola (M) Darío Meliá
M-301 Gozquez (M) Darío Meliá
Cerro Almodóvar (M) Darío Meliá

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