Sufrútice perenne (no lo parece: tiene una cepa lignificada poco visible, normalmente escondida entre la vegetación y la hojarasca) de la familia de las Caryophyllaceae.
Del griego theos, dios, y anthos, flor: flor divina, el epíteto quiere decir «de León»: Willkomm y Lange lo encontraron en las Médulas, en provincia de León.
Tallos floríferos prostrados-ascendentes, endebles, que se hacen más robustos y erguidos en la antesis, glabros, de hojas más o menos lineares algo glaucas. Flores solitarias o en glomérulos normalmente paucifloros, brácteas del calículo atenuadas en acumen casi siempre rematado en punta fina y curva muy característica. Cáliz de dientes mucronados, pétalos barbados, no contiguos, dentados, de color purpúreo que a veces es intensamente maculado en la garganta, página inferior normalmente amarillenta.
Habita en suelos ácidos de media montaña a montaña alta (750-2000m), en herbazales, bosques y matorrales aclarados, desde el Centro al NW de la Península, en flor entre julio y septiembre.
Imágenes de D. legionensis

Sacecorbo (Gu) Darío Meliá
Riofrío de Riaza – J. C. Campos Casabón

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