Hierba perenne. Hemicriptófito tuberoso de la familia Umbelliferae
El nombre del género deriva del griego oiné, vid,vino, y anthos, flor: flor  de la vid o del vino; la interpretación no está clara, podría ser debida a un cierto parecido del perfume de las plantas del género con las de la vid, o al hecho de que una ingestión de la raíz, por posible confusión con alguna especie de Apium, o decualquier parte de la planta en mínimas dosis provoque un estado mental próximo a la borrachera por vino. En realidad todas las Oenanthe son venenosas, en mayor o menor medida, por su contenido en una toxina que se ha dado en llamar oenantotoxina, por lo que pueden causar intoxicaciones muy graves. El epíteto es en honor de Werner de Lachenal, profesor de anatomía y botánica de Basilea que dio nuevo impulso al jardín botánico de esa ciudad junto con su biblioteca y su herbario en la segunda mitad del s. XVIII.
Tallos finos, estriados, de 0,4 cm de grosor y hasta 1 metro de altura. Glabra, Hojas basales pinnatisectas, que se marchitan pronto y hojas caulinares pinatisectas 1-2 veces, con divisiones finales de 1,5-5cm, lineares o linear-lanceoladas, peciolo más largo que el limbo y no envainador. Flores agrupadas en umbelas de pedúnculos más largos que los radios , que cuentan con un número de 7-12 de forma habitual, de 1-3 cm. Con 1-7 bracteas caedizas, subuladas o linear lanceoladas. Las umbélulas no son globosas en la fructificación, ni se engrosan los radios. Con de 5 a 7 bracteolas, subulado a oblongo-lanceoladas y agudas. Flor de petalos blancos, los externos de las flores marginales un poquito mayores que el resto. Frutos obovoides.
Florece de abril a septiembre.
Aparece en lugares encharcados, marismas y marjales de aguas algo salinas. En el territorio del herbario lo encontraremos en juncales y pastizales encharcados asociados a pequeños arroyos bien conservados, cada vez mas raros y amenazados por el urbanismo, el vertido de escombros la contaminación, la canalización de los mismos o la desecación, un hábitat reducido pero pleno de biodiversidad y un auténtico paraíso para los botánicos y entomólogos. Citada únicamente en el libro de Willkomm, M. & Lange, J. (1874-1880). Prodromus florae Hispanicae, Vol. III. como propio de dos enclaves excepcionales, uno los prados húmedos subsalinos del famoso Cerro Negro, paraje desaparecido del municipio de Madrid y el otro Rivas, posiblemente del Arroyo de los Migueles, que ha perdido gran parte de la flora original por las obras de ampliación de la N-III y más recientemente, por su canalización por el ayuntamiento. Otro lugar donde posiblemente la detectasen es en el Cristo de Rivas, donde efectivamente crece, en los juncales donde nace el Arroyo que discurre junto al monasterio o en el arroyo de la laguna salina de 3M, últimos santuarios donde hemos podido verla recientemente.
Imágenes de O. lachenalii

Laguna 3M Rivas Vaciamadrid (M) Darío Meliá

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