Arbol de hasta 20 m de la familia Fagaceae.
El nombre Quercus ya lo usaban los romanos para referirse a todos los árboles de bellota, tanto a las encinas como a los robles; a éstos los llamaban también robur, robustos. Faginea significa parecida al haya (Fagus) en latín, quizás porque sus hojas presentan un vago parecido con ésta.
Hojas subcoriáceas, marcescentes de hasta 15 x 9 cm, generalmente con lóbulos o dientes que apuntan hacia el ápice, verde oscuras por el haz y con tomento por el envés, que a veces puede perder; con (4) 6-12 (14) pares de nervios secundarios; pecíolo subcilíndrico de hasta 20 mm, tomentoso o glabrescente. Yemas tomentosas. Aquenio de hasta 35 mm a veces sentado o con pedúnculo rígido y tomentoso de hasta 25 mm. Cúpula con escamas densamente dispuestas, tomentosas, más o menos aplicadas, al menos las inferiores gibosas.
El quejigo es una especie extremadamente polimorfa. Las hojas de las plantas que se crían en ambientes hostiles son más coriáceas y más pequeñas, menos tomentosas por el envés.
Indiferente edáfica, prefiere los suelos calizos. Común en la comarca, normalmente ocupando enclaves más húmedos que la encina.
Cavanilles, en sus viajes e investigaciones por Levante, describió e ilustró la Quercus valentina Cav., actualmente englobada dentro de esta especie Q. faginea subsp faginea; Los valencianos siguen considerándolo «su» árbol, llamándolo roure valencià o roure de fulla petita.
Parece que en la antigüedad el quejigo tuvo una presencia y una distribución en la Península superior al de la encina; lo que se da por seguro es que se ha cortado desde su base durante siglos para su utilización como leña o para carboneo, o directamente se ha eliminado para favorecer la presencia de la encina de bellota dulce.
Imágenes de Q. faginea faginea