Rizomatosa, con tallos de hasta 2 m, de la familia Cyperaceae.
El nombre del género se formó a partir de σχοινός schoinós , el nombre común para los griegos de cualquier planta de tallos cilíndricos y flexibles, y πλεκτός plectόs retorcido, trenzado. Parece, para agrupar una serie de especies particularmente aptas para trenzados.
Tallos verde-glaucos, de sección circular, de hasta Ø 15 mm. Hojas reducidas a vainas, a veces con lámina de hasta 30 cm. Inflorescencia con hasta 100 espiguillas, en glomérulos laxos o fascículos sésiles; ejes de la inflorescencia acanalados.
Se distingue de la especie nominal, que prefiere aguas permanentes y dulces, por 2 estigmas en la mayoría de sus flores (3 estigmas en la nominal) glumas con indumento espinuloso-glanduloso por lo menos en su mitad superior (lisas, con a lo sumo algunas espínulas o alguna glandulas hacia el ápice en la nominal)
y de margen muy peloso (en la nominal las glumas pueden ser pelosas de jóvenes pero llegan a glabras o casi en la madurez).
Rara en el Sureste de Madrid y La Sagra, la encontramos en el Arroyo de la Cañada y en Ontígola, también en los Berrocales de Vicálvaro, en el Arroyo de los Migueles, de donde ha desaparecido por la destrucción del hábitat, zonas húmedas, permanentes o estacionales, con preferencia por los calcáreos y los salobres: canales y acequias, remansos en ríos, marismas, saladares. Como muchas especies asociadas a humedales importan más las limitaciones ambientales que su distribución: se encuentra dispersa por todas las zonas templado-cálidas de los dos hemisferios, pero es exigente en cuanto a calidad y cantidad de aportes de agua y en las características del suelo.
Apeadero de la Fortuna, los Berrocales, Vicálvaro (M) / Rubén de Pablo