Planta herbácea perenne, hemicriptófito escaposo de la familia Compositae.
El nombre ya se usaba en latín medieval para el Tanacetum vulgare y como muchos nombres antiguos es difícil remontarse a su origen aunque hay quien lo relaciona con athanasía, en griego inmortalidad: la justificación estaría en que era tomada por planta medicinal. El epíteto, del griego kórimbos, racimo, es la forma que presenta la inflorescencia, con los capítulos reunidos en racimo, un corimbo en lenguaje botánico.
De 30–100(120) cm. Vivaz, rizomatosa, ± vilosa. Tallos erectos, foliosos, ramificados en el tercio superior, en corimbos apicales irregulares sobre pedúnculos bastante largos. Hojas alternas, las inferiores pecioladas, las caulinares sésiles, punteado–glandulosas, de envés viloso, muy divididas, de segmentos pinnatipartidos o pinnatisectos, con lóbulos estrechos, lanceolados o linear–lanceolados, agudos, aserrados. Capítulos 15–25 mm de diámetro, radiados, largamente pedunculados, formando un corimbo laxo; involucro con varias filas de brácteas ± vilosas, Brácteas involucrales en varias hileras, desiguales, las interiores mayores que las exteriores. Flores exteriores ligulares y las interiores, tubulares, amarillas,  sobre receptáculo más o menos plano sin escamas entre ellas. Flores externas hemiliguladas, femeninas, con limbo de 7–10 mm, blanco; las internas flosculosas, hermafroditas, amarillas. Aquenios 2–3 mm, obcónicos, costillados, con una corona dentada de 0,5–0,8 mm. V-VIII
Se distribuye por el contorno mediterráneo, el europeo y el magrebí, el SW y el centro de Asia, en lugares más o menos umbríos y húmedos, sobre suelos silíceos de preferencia. En ambiente nemoral de bosques caducifolios climatófilos submediterráneos. Escasea de forma notable en la mitad sur, con algunos reductos en la Sierra Nevada, en Sierra Madrona en la cordillera mariánica, la de Guadalupe en la oretana, Sierras del interior de Alicante y Valencia y luego resulta relativamente frecuente en todo el arco de montañas que rodean Castilla y León: Montes de León, cara sur de la Cordillera Cantábrica, Sistema Central. De igual manera, rehuye la depresión del Ebro pero se encuentra en todo el arco de montañas que la rodean: Pirineos, Cordilleras costeras catalanas, Montes Vascos y navarros y Sistema Ibérico sur. En Madrid está presente en su sierra y en la rampa serrana y en las alcarrias de Guadalajara. En el sureste madrileño hay una población finícola en el quejigar de Torres de la Alameda, un enclave excepcional por los taxones submediterraneos más propios de Guadalajara o de Cuenca que atesora.
Imágenes de T. corymbosum

Santo Domingo de Silos – J. C. Campos Casabón
Torres de la Alameda (M) Rubén de Pablo

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