Hierba perenne, robusta, de la familia de las Compuestas.
Del nombre del género sólo podemos decir que es la forma medieval de nombres más antiguos, de origen persa a través del árabe. Hispanicum por la Península, evidentemente: es un endemismo disperso por toda ella (Lindberg la describió a partir de ejemplar herborizado en Aranjuez) en bordes de caminos, herbazales esciófilos, grietas de muros. Los Taraxacum forman un género muy complejo, muy difícil de determinar por especies, por la escasa diferenciación morfológica y estructural entre ellas, por su facilidad por hibridarse y por multiplicarse tanto por vía apomíctica como por reproducción sexual y por sus niveles altos y variables de ploidía. No ayuda a todo ello que no se haya publicado todavía el volumen correspondiente de Flora Iberica: los datos que ofrecemos a continuación los hemos tomado de su borrador de 2010 y al ser una síntesis de un borrador se deben tomar con mucha cautela.
Planta de hasta 42cm, de hojas ovado-lanceoladas pinntatífidas a pinnatisectas, con 4-10 pares de lóbulos laterales irregulares, patentes, con ápice con frecuencia haca arriba, agudos, de margen normalmente entero o dentado, y lóbulo terminal sagitado, trilobulado o con poca frecuencia redondeado; pecioladas, con pecíolo verde o purpúreo en su base. Escapo floral largo, algo más que las hojas, igualmente purpúreo en la base, erecto, en ocasiones con indumento justo debajo del capítulo, con lígulas amarillas. Filarias externas verdes, a lo sumo con ápice purpúreo. Vilanos blancos ebúrneos, aquenio con el cono bien desarrollado, ferruginoso, con la mitad inferior lisa y costillas anchas en su mitad superior.