Planta herbácea perenne. Geófito bulboso de la familia Amaryllidaceae.
Hojas 2-6 dispuestas en el tercio inferior del tallo, glabras, sin pecíolo; limbo de hasta 60×1 cm. Inflorescencia densa, hemiesférica, con hasta 47 flores campanuladas. Espata con 2-4 piezas subiguales soldadas en la base, persistentes, más cortos que la inflorescencia. Tépalos de rosados a purpúreos. Estambres inclusos, filamentos estaminales simples. Estigma entero. Anteras amarillas. De floración primaveral. Allium es nombre que se remonta a los romanos y el epíteto marca su característica determinate: es el único ajo de flores rosa vivo, lo que le distingue de todas las demás especies del género.
Puede comportarse como arvense o ruderal, y verse en campos de cultivo, pero lo cierto es que nosotros nunca la hemos visto en tales lugares. Tal vez haya sido erradicado por los herbicidas o las técnicas «modernas» de cultivo. Por fortuna lo podemos aún encontrar incluso en gran número en pastizales en los cerros margosos yesíferos o no, en los que el suelo alcanza mayor potencia, sobre todo en vaguadas, vallejos y proximidades de cursos de agua, formando parte de herbazales de hierbas anuales o vivaces densos, y también en menor número en lastonares en los cerros calizos siempre en cuanto el suelo sea algo arcilloso.
Común en el Sureste de Madrid y La Sagra. En la Península se encuentra disperso, raro en el NW, pero es común en los países africanos del Mediterráneo y por la ribera norteña llega desde el S de Francia hasta Grecia, Chipre y Turquía.
Imágenes de A. roseum