Planta perenne de hasta 60 cm, de la familia Euphorbiaceae.
El origen del nombre viene, según Plinio, de Euphorbo, médico de Jubas II rey de Numidia (reino que cubría más o menos el área de Marruecos + Argelia+ Libia) quien primero descubrió las virtudes medicinales de esta planta; viene del griego éu, bien, y del verbo pherbo, alimentar: bien alimentado, o sea redondito. Serrata, aserrada, por el margen de sus hojas, todo él espinuloso-dentado, con dientes patentes, alesnados, desiguales, de 0,3 a 1,5-3mm.
El género es muy amplio, con unas 2.000 especies, difundidas en la zona tropical y templada del mundo. En Flora Ibérica pasan de 50 especies, en Italia se reconocen unas 70;
la determinación de la especie no es siempre fácil pero en este caso el carácter determinante de los dientes marginales salta a la vista.
Planta herbácea, con frecuencia leñosa en la base. Hojas muy polimorfas, sésiles, esparcidas, espinoloso-dentadas en todo el margen con dientes patentes, desiguales y alesnados. Pleocasio amarillento, con (2) 3-5 radios, generalmente 1-3 (5) bifurcados. Brácteas dicasiales libres, dentadas excepto en la base. Ciatio glabro. Nectarios generalmente apendiculados, sin apéndice o con dos obtusos. Fruto de hasta 6 mm. con pedicelo de hasta 5 mm, subovoideo, sulcado.
Común en el Sureste de Madrid y La Sagra. Es casi exclusiva de suelos calizos, de preferencia margosos, y podríamos casi llamarla arvense-ruderal: prefiere campos cultivados, pastos sobrepastoreados, herbazales, en general suelos removidos con buen aporte de nitrógeno secos y soelados. Se distribuye por el W del Mediterráneo y por Macaronesia, encontrándose dispersa por casi toda la Península (falta en la costa W, más abundante en la mitad E) y Baleares, desde el mar hasta los 1200 (1500) m. Florece de febrero hasta julio, a veces hasta diciembre.



