Árbol de hasta 40 m, y que puede superar 300 años de edad, de la familia Fagaceae.
El nombre ya lo usaban los griegos, pero lo aplicaban a alguna especie de roble cuyas bellotas eran muy apreciadas: en griego phagós, phago significan «comestible», «yo como». Fueron los romanos los que pasaron a emplear fagus para referirse al haya. El epíteto contiene una errata de Linneo que de acuerdo con sus normas de nomenclatura se ha perpetuado: en realidad en latín es silvestris, silvestre, en el significado de perteneciente a una silva o sea un bosque de aprovechamiento forestal. La madera de haya es muy fácil de trabajar y se ha usado desde antiguo para muebles y utensilios; al mismo tiempo proporciona un excelente carbón vegetal, por lo que la distribución de la especie en Europa se ha visto favorecida por su uso forestal.
Sistema radical muy desarrollado pero generalmente poco profundo, con raíces secundarias muy fuertes y con muchas raicillas para aprovechar el agua de los horizontes superiores y de este modo las precipitaciones horizontales, Copa en los ejemplares jóvenes cónica y estrecha; amplia, aplanada y ramificada en los ejemplares maduros; aunque depende mucho de las condiciones en las que se encuentra. Tronco por lo general recto y ramillas pardo-cenicientas. Yemas alargadas y estrechas, agudas, con varias escamas. Hojas cortamente pecioladas, ovadas a elípticas, de hasta 10 cm, de margen ondulado, ciliado, seríceas-brillantes en su juventud, luego glabrescentes excepto en las axilas de los nervios en el envés, con 5-10 pares de nervios secundarios rectos; rojas al caer. Inflorescencias unisexuales, las masculinas en amentos colgantes, globosos, de hasta 1 cm. con un pedúnculo de hasta 3 cm, con 15-20 flores; las femeninas en pequeños grupos en el extremo de las ramillas y en el extremo del pedúnculo. Cúpula de hasta 3 cm, verde o acastañada. Aquenios (ayucos), trígonos, castaño-brillantes, cubiertos totalmente por la cúpula.
Florece de Abril a Junio.
Se distribuye por el centro y oeste de Europa. En el centro de su área de distribución se comporta como especie de una gran amplitud ecológica, adaptándose a condiciones relativamente variadas y tendiendo a formar bosques monoespecíficos. En su límite meridional, debido a la sequedad estival, se localiza casi exclusivamente en zonas de montaña; compensando el descenso latitudinal con el ascenso altitudinal.
En la Península Ibérica se cría por lo general en suelos profundos, ricos en nutrientes y frescos con clima húmedo, en fondos de valle y laderas, entre 50 y 2000 m. En estado de reposo puede soportar temperaturas de hasta -30º, pero tiene gran sensibilidad a las heladas tardías que afectan a los brotes florales y hojas. A medida que nos acercamos a su límite meridional adquiere un mayor comportamiento esciófilo, necesitando algo de cobertura para desarrollarse en las fases juveniles.
Los hayedos del centro de la Península se encuentran en el límite de su área de distribución, teniendo que soportar una relativa sequedad estival e importantes oscilaciones térmicas diarias en primavera. Las hayas en la Sierra de Guadarrama, escasas y de dudoso origen, viven en condiciones similares a las que encontramos en la Sierra de Ayllón, donde es relativamente común. Las precipitaciones absolutas son similiares, incluso mayores en algunos puntos de la Sierra de Guadarrama. Parece ser que la sequía estival es menos acusada en Ayllón, siendo la diferencia unas pocas tormentas más a lo largo del verano en esa parte de Sistema Central.
Castilla La Mancha: Taxon de interés especial (IE) Modificada posteriormente
Madrid: Taxon de interés especial (IE)
Imágenes de F. sylvatica

Herzongenrath (D) Darío Meliá
Becerril (Sg) J. M. Martínez Labarga
Herzongenrath (D)

 

Brunssummerheide, Heerlen (NL) Darío Meliá
Monte Abantos (M) Jaime Braschi

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