Árbol que supera con facilidad 6 m. con porte claramente arbóreo cuando adulto, de la familia Tamaricaceae.
Tamarix, tamariscus, tamarice eran los nombres comunes que utilizaban los romanos para estos arbustos, cuya etimología no está clara; Tournefort creó el género llamándolo Tamariscus, pero Linneo prefirió usar la forma actual. El epíteto específico alude a las Islas Canarias.
Hojas con abundantes glándulas secretoras de sal. Inflorescencias en ramillas del año. Racimos de 3-4 mm. de diámetro, con frecuencia compuestos. Brácteas subuladas, iguales o mayores que el cáliz. Raquis del racimo generalmente papiloso. Flores pentámeras. Pétalos obovados. Sépalos denticulados. Dísco sínlofo. Cinco estambres con anteras apiculadas.
Por lo general (en el Sureste de Madrid en muchos individuos), no hay una línea definida que separe las distintas especies del género, con frecuencia encontramos pies con caracteres intermedios que dan lugar a un gradiente sin discontinuidad entres las distintas especies; es probable que las especies del género sigan evolucionado y aún no sean del todo estables; esta indefinición se da entre T. africana, T. canariensis y T. matritensis. De T. gallica, solo hemos visto unos pocos pies plantados y suponemos que no es autóctona del Sureste de Madrid y La Sagra.
Muy común en el Sureste de Madrid y La Sagra. Es el último en florecer de los tarayes autóctonos que hay en el territorio del herbario. En general florecen antes las especies de racimos más gruesos T. africana y T. boveana; seguidos de T. matritensis y T. mascatensis, T. canariensis es el último en florecer.
Probablemente es la especie del género de mayor amplitud ecológica, lo encontramos en márgenes de cursos de agua dulce y salada. En depresiones arenosas y arcillosas, incluso suelos encharcados temporalmente o a veces casi permanentemente. Especie heliófila de crecimiento rápido, tolera altas concentraciones de sal en el suelo, brota bien de cepa. Indiferente edáfica. Se encuentra incluso en suelos yesosos.
De fácil implantación, es buena colonizadora de suelos poco desarrollados. Se reproduce bien de semilla. Los frutos deshicentes se recogen de mayo a agosto, incluso más tarde, los amentos se disponen en bandejas para que se abran completamente, hay que sembrarlas inmediatamente. Se pueden conservar varios años a temperaturas inferiores a los 0º. Se reproduce muy bien mediante estaquilla leñosa de 10-15 cm., (dejando +- 2/3 enterrados con yemas a ambos lados) de longitud que, se puede puede poner directamente en la tierra.
Imágenes de T. canariensis
Aprende a diferenciar los tarayes
Tarayal halófilo
Tarayal no halófilo