Herbácea anual de la familia  Cruciferae  .
Linneo la describió primero poniéndole el nombre de Brassica arvensis y cuando De Candolle consideró que había que pasarla a un nuevo género creó Moricandia en honor de su compatriota el botánico Moïse Étienne Moricand, mantieniendo, como es preceptivo, el epíteto: arvensis, del latín arvum, campo de cultivo. No es exactamente su hábitat hoy: es más bien ruderal, de terrenos removidos, cunetas, sobre sustratos básicos, yesosos o calizos. Probablemente era arvense cuando la describieron y la agricultura moderna con sus pesticidas le hizo la vida difícil en bordes de cultivo.
Planta alta 30-50cm, glauca, glabra, de tallo sufruticoso ramificado desde la base con ramas ascendentes. Hojas basales espatuladas, con pedúnculo corto, las caulinares amplexicaules, con ápice de agudo a obtuso. Flores en racimos alargados, de 10 a 20 aprox., con pedúnculos más cortos que le cáliz. Corola de 4 pétalos lila con venas delicadas más oscuras, que en situaciones de estrés de la planta (hídrico o térmico) pueden ser totalmente blancos.
Muy parecida a M. moricandodides, de la que se diferencia por tener esta última las semillas dispuestas en una fila y dos sépalos corniculados,  M. arvensis  tiene semillas en dos filas y sus sépalos no son corniculados.
Florece de abril a septiembre, uno o dos meses más antes o después según la temporada; desde la costa (muy común en el Levante,  extendiéndose hasta el centro y sur de la península) hasta los 700m.
Incluida  como Taxon casi amenazado (NT)  en el Libro Rojo de la flora vascular  de las Islas Baleares.
Imágenes de M. arvensis
Martín de la Vega (M) Darío Meliá

La Boyeriza (M) Darío Meliá

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