Terófito de la familia Papaveraceae.
El nombre del género viene del latín, derivado del sánscrito papavira o papavara, que significa «jugo dañino», significado que corresponde, en propiedad, a otra especie del mismo género: el Papaver somniferum .El epíteto específico deriva del griego róia, granado, por sus pétalos del color de la granada.
Híspida, rara vez glabrescente, de hojas pinnatífidas, pinnatipartidas o pinnatisectas, rara vez subenteras, las basales de hasta 25 cm. Los pedúnculos florales tienen pelos patentes (rara vez adpresos) blancos, amarillentos o purpúreos. Pétalos más anchos que largos, rojos, rara vez blancos, rosados o violáceos, generalmente maculados en la base. Anteras azuladas. filamentos estaminales filiforme; cápsula subglobosa y redondeada en la base, con estrías, glauca o violácea, disco estigmatífero con 8-18 radios, glabra, a veces con setas. Tallos de 50 (hasta 100) cm de alto.
Especie muy común que todas las primaveras tiñe de rojo el paisaje; ruderal y viaria, aparece en cultivos, barbechos, claros, etc. hasta los 1900 m. Abundante en toda la Península y Baleares, se distribuye por toda Europa, Asia occidental, Japón, Norte de África, Macaronesia.
Es polimorfa y se han descrito muchas variedades. Las hojas basales tiernas de primavera se pueden comer y con los pétalos se hacen infusiones con efectos calmantes; sirven también para extraer una tintura roja, brillante, y las semillas se usan para panes y dulces.
Imágenes de P. rhoeas