Arbusto de 0,5-3 m perteneciente a la familia Rosaceae, y al género Rosa.

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Descripción: De tallos rectos o arqueados, inermes, más frecuentemente con acúleos (espinas) homogéneos y de tamaño variable, curvos o poco ganchudos, con la base en general no decurrente,y sección circular o elipsoidal. Hojas de olor balsámico, a menudo con 0-1(2)acúleos subestipulares; folíolos 5-7(9), ovado-redondeados u ovado-lanceolados, algo agudos, redondeados en la base, haz glabro y verde brillante, envés glabro, ligeramente glauco, con glándulas solo en el nervio medio y a veces en los laterales, con los bordes del foliolo doblemente aserrados, de dientes profundos y estrechos y de 0 a 2 glándulas en su lado distal y 2-3(-5) en el basal; pecíolo glabro, con glándulas estipitadas y pequeños acúleos que a veces se extienden por el raquis; estípulas superiores, algo más anchas en la parte media, glabras, de margen glanduloso, y aurículas ovado-lanceoladas, agudas y algo divergentes. Flores 1(3), en la axila de una hoja, con frecuencia reducida a un solo folíolo, rara vez de una bráctea; pedicelos (12)15-20 mm, largos, con glándulas estipitadas, a veces con acúleos. Receptáculo con disco algo cónico; orificio 0,5-0,8(1) mm, por tanto perteneciente al grupo de rosales de orificio estrecho, que permite separar a las especies que vegetan bien en la Europa mediterranea de las que alcanzan nuestro territorio solo en las regiones eurosiberianas o islas montañosas húmedas (ver clave visual). Sépalos lanceolados, pelosos en su cara interna y en el margen, con glándulas estipitadas en el dorso, reflejos tras la antesis, caducos antes de la madurez; los externos, con 6-10(-12) lóbulos laterales. Corola con pétalos escotados de color rosa pálido. Estilos libres, glabros, rara vez pelo-sos, que forman una piña estigmática obcónica. Úrnula (o fruto del rosal en general urceolada, lisa o con algunas glándulas en la base, de color rojo obscuro.

Hábitat y distribución: en la orla espinosa de toda clase de bosques y setos, en toda la Península Ibérica, hasta unos 1400 metros de altitud, pero a mayores alturas conforme bajamos hacia el sur. Es de los rosales más adaptados a las condiciones mediterráneas y a su sequía estival y ecológicamente más plástico, distribuyéndose ampliamente por Europa y Asia. En el sureste de Madrid lo veremos en laderas calizas o yesíferas umbrosas, de suelos profundos y fértiles, al pie de los cantiles, como por ejemplo, en mezcla con Lonicera etrusca, a lo largo del valle del Tajo, ya en Toledo, en sus orientaciones norte; en setos caducifolios, dentro de vallejos con algo de humedad, cursos de arroyuelos y hortichuelas, como sucede en Orusco y otros municipios del valle del Tajuña y en las zonas más frescas y umbrosas de encinares y quejigares, como pasa en Torres de la Alameda, Pezuela o Carabaña y en el fondo de profundos barrancos que tajan los yesos miocenos, como sucede en el arroyo Villacabras de Villaconejos-Chinchón. Hacia el norte, parece ausentarse ya de los bosques de ribera del valle del Jarama y Manzanares y está ausente de municipios que tan bien conocemos como San Martín de la Vega, incluso de los hábitats propicios, posiblemente por extinción debido a la intensísima deforestación que sufrieron en el pasado.

Rosa pouzinii Tratt.
Sotos de olmos en el Arroyo de los Migueles, Vicálvaro, Madrid, junto a Rivas / Rubén de Pablo
Rosa pouzinii Tratt.
Rosa pouzinii Tratt.
Detalle del envés de dos foliolos en el que se puede apreciar el envés glabro, ligeramente glauco, la presencia de glándulas sólo en el nervio medio y el margen doblemente aserrado (dientes dobles), con las características glándulas que permiten diferenciarla de Rosa canina. De las rosas frecuentes en zonas bajas, a saber, Rosa gr. canina, Rosa micrantha y Rosa agrestis podemos diferenciarla basándonos exclusivamente en el aspecto de la hoja. Rosa gr. canina puede tener denticulación doble o simple, pelos o ausencia de pelos en el envés, pero nunca tiene glándulas en el margen foliar. Rosa agrestis y Rosa micrantha tienen glándulas en el margen de la hoja, pero además, abundante cantidad de glándulas tanto en el haz, como sobre todo en el envés, con olor a manzana.
Rosa pouzinii Tratt.
Tras las hojas, conviene fijarse en las úrnulas, de sépalos caducos y reflejos (para abajo) antes de la madurez. Las especies de rosales de alta montaña, norteños o que llegan hasta el sistema central y sierra nevada, son por lo general de sépalos erectos y no caducan hasta la madurez o hasta que está muy madura la úrnula, en zonas serranas conviene mirar este carácter, al entrar en contacto con estas especies. El pedicelo tiene glándulas estipitadas (como una antenita). Este carácter le diferencia de todas las rosas del grupo canina, excepto Rosa andegavensis, que tiene margen de la hoja de denticulación simple y además con frecuencia presenta glándulas estipitadas también en la propia úrnula. Rosa agrestis no tiene glándulas en el pedicelo, mientras que Rosa micrantha tiene los frutos de características muy similares, con glándulas en el pedicelo, sepalos reflejos y caducos, etc.
Rosa pouzinii Tratt.
Los característicos aculeos curvos o poco ganchudos, con la base en general no decurrente,y sección circular o elipsoidal. Útil para diferenciar de otras rosas como por ejemplo la más corriente Rosa micrantha, de acúleos homogéneos y ganchudos, base decurrente, comprimidos lateralmente.