Terófito de origen dudoso, Norte de Africa/Asia; cultivado desde el Antiguo Egipto para tintes, de la familia Compositae
El nombre del género se tomó del latín medieval carthamus , a su vez proveniente del nombre de estas plantas en árabe qírtim; nosotros hemos encontrado una explicación que podría ser complementaria, y es que el nombre árabe derivaría del ebraico quartami y del árabe qortom, con el significado de «teñir» en los dos idiomas.  El epíteto específico significa en latín » de uso en tintes».
Especie con múltiples variedades y morfología. Rara vez sobrepasa 1 m. de altura. Erecta, ramificada. Hojas espinoso-dentadas, ovado-lanceoladas, hemiamplexicaules. Inflorescencia con hasta 5 capítulos  (de hasta 30 mm. de diámetro) por rama y con 5-20 semillas cada uno. Involucro estrechado hacia el ápice. Brácteas del involucro foliáceas, de margen espinoso, las externas patentes, las internas erecto-patentes en la madurez. Flores amarillas con 5 lóbulos muy alargados que se abren por encima del tubo. Aquenios lampiños, sin vilano.
Requiere suelos bien drenados y pleno sol, indiferente edáfica. Tolera suelos pobres y tolera la sequía. Su uso como colorante se abandonó hace tiempo con la introducción de los colores sintéticos; perduró algo más su empleo como sucedáneo del azafrán, aunque su sabor es mucho más blando, y se emplea actualmente de forma industrial en la India, Mexico y Estados Unidos para extracción de su aceite de semillas, comestible y de uso en la industria farmacéutica; en la península su explotación para aceite es muy modesta. Se ha cultivado también como planta ornamental y en las pocas ocasiones en que se puede encontrar en estado silvestre se trata casi con toda seguridad de ejemplares naturalizados de cultivos próximos. 
Imágenes de C. tinctorius

Ocentejo (Gu) Darío Meliá
Sacecorbo (Gu) Darío Meliá

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